Cedió a la fuerza de la naturaleza, se opuso,
pero el árbol del parque está ahí
herido y abandonado igual que un perro
como si hubiera renunciado a la vida
arrastrando su sombra.
¿Es ésa la estampa de la decadencia?
Quién sabe.
pero el árbol del parque está ahí
herido y abandonado igual que un perro
como si hubiera renunciado a la vida
arrastrando su sombra.
¿Es ésa la estampa de la decadencia?
Quién sabe.
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