Gran Bretaña se ha volcado en la
conmemoración del 200 años del aniversario del nacimiento de uno de los
escritores que mejor retrató en sus novelas la miseria y la pobreza. El autor
de títulos como Cuentos de Navidad, Oliver Twist o David Copperfield, es uno de
los novelistas más queridos de la literatura inglesa y el más leído junto a
Shakespeare.
Londres y Rocherter fueron los
escenario que inspiraron parte de su obra durante los mejores años de su vida
hasta que a la edad de doce años marchó con su familia a Londres, ciudad que lo
quiso y lo destruyo al mismo tiempo. Aquí trabajo en una fabrica de betún
cuando solo tenía doce años, un lugar nada deseable para él. Estos recuerdos le
acompañaron siempre y al final de su vida lo revela como un secreto vergonzoso
pero, además fue un excelente periodista y cronista parlamentario que por su
talento y trabajo retrato como nadie lo había hecho la melancolía de su gente.
Hoy su espíritu sigue vivo por
las calles y los barrios que lo vieron crecer y el mundo entero habla de él. Uno
de los homenajes que hay que destacar es la reedición de Dickens. El observador
solitario que Edhasa ha publicado.
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