jueves, 26 de diciembre de 2013

El árbol de Freud


Ya tenemos la Navidad y el árbol.... faltan los regalos.
Leamos la historia para comprender qué estaba pasando:


“He soñado que es de noche y estoy en mi cama (Mi cama tenía los pies hacia la ventana, frente a la ventana había una hilera de viejos nogales. Sé que era invierno cuando soñé, y de noche) De repente, la ventana se abre sola y veo con gran terror que sobre el nogal grande frente a la ventana están sentados unos cuantos lobos blancos eran seis o siete. Los lobos eran totalmente blancos y parecían más bien como unos zorros o perros ovejeros, pues tenían más bien grandes rabos como zorros y sus orejas tiesas como de perros al acecho. Presa de gran angustia, evidentemente de ser devorado por los lobos, rompo a gritar y despierto. Mi aya se precipita a mi cama para averiguar que me había ocurrido. Pasó largo rato hasta convencerme  de que sólo había sido un sueño, tan natural y nítida se me había aparecido la imagen de cómo la ventana  se abre y los lobos están sentados sobre el árbol. Por fin me tranquilicé, me sentí como librado de un peligro y torné a dormirme”.



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